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24.12.2020
Cada vez son más las empresas que se suman a la lucha por proteger la salud y el medio ambiente dedicando recursos al estudio y control del impacto de sus productos. Muestra de ello son las numerosas certificaciones de empresa (ISO 9001, ISO 14001, ISO 45001, ISO 50001) así como las certificaciones de producto o auto declaraciones con respecto a las emisiones.
Muchos compuestos pueden causar un gran número de efectos indirectos en la salud ya que con sus emisiones pueden afectar a la capa de ozono. Entre los compuestos que se pueden llegar a emitir están los compuestos orgánicos volátiles.
La Directiva 2010/75/UE los define como compuestos orgánicos con una presión de vapor superior a 0,01kPa a 293,15 º C o que tenga una volatilidad equivalente en las condiciones particulares de uso.
En la Directiva 2004/143/UE los definen como cualquier compuesto orgánico que tenga un punto de ebullición inicial menor o igual a 250 °C a una presión estándar de 101,3 kPa.
¿Esto qué quiere decir? que son sustancias químicas que contienen carbono y que pasan del estado líquido al gaseoso a presión normal y temperatura ambiente.
Los COV son liberados de forma natural o artificial por ejemplo por la quema de combustibles, como gasolina, madera, carbón o gas natural o por disolventes, pinturas y otros productos empleados y almacenados en la casa y el lugar de trabajo. Si nos centramos en un ambiente interior, las emisiones de COV pueden provenir de muchos productos entre ellos los sellantes recientemente aplicados.
Las emisiones de algunos COV son contaminantes al aire y pueden llegar a perjudicar también la salud dependiendo del periodo y del producto al que se esté expuesto. Es por ello que los países en general tienen como objetivos regular las emisiones de COV estableciendo límites, llegando a prohibir el uso de productos que no cumplan con los límites establecidos.
En el caso de los materiales de construcción, y nuestro caso los sellantes, la liberación de COV’s se comienza durante de la aplicación. Esta liberación de gases disminuye a medida que el sellante va curando.
Para demostrar que los sellantes, tienen bajas emisiones de COV existen varias normativas propias de países como Francia o Alemania pero que son aceptadas a nivel europeos y sirven para otras normativas de otros países o para certificaciones de edificios como LEED o BREEAM.
Los productos de Krimelte Iberia que se aplican en interior están clasificados según el decreto francés. Este decreto no es una certificación sino una auto declaración realizada por cada fabricante, pero teniendo en cuenta ensayos basados en la EN-16000-9 realizados por un laboratorio oficial y que dispone de varias clases según la cantidad de COV que emitan. El 99% de los productos Penosil están clasificados con la clase más alta: A+.
Además, Krimelte Iberia certifica sus productos según el EMICODE, una normativa cuya certificación está realizada por GEV, un organismo alemán que se basa en ensayos realizados bajo un método propio. El 90% de los productos certificados tienen la clasificación más alta, es decir, más bajas emisiones.
Desde Penosil nos esforzamos por certificar más productos según Emicode y seguir invirtiendo y apostando por la investigación para lograr disminuir las emisiones de los productos que no cumplen los más altos niveles de clasificación.
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